Reinaugurado en 2010, es considerado uno de los teatros líricos más importantes del mundo.
El Teatro Colón es uno de los imperdibles del mundo de la lírica, a la altura de La Scala de Milán, la Ópera Garnier de París y el Royal Opera House de Londres. Con más de un siglo de existencia, en el año 2008 el Gobierno de la Ciudad inició una restauración en profundidad, con el objeto de devolverle todo su esplendor y, al mismo tiempo, dotarlo de los más importantes adelantos tecnológicos. Esta obra permitió que el Teatro fuera reinaugurado para el bicentenario de la Nación, en el año 2010.
Desde su primera función del 25 de mayo de 1908, en la que se presentó la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, actuaron los directores, cantantes y bailarines más importantes de la historia, tales como Igor Stravinsky, Herbert von Karajan, Daniel Barenboim, Maria Callas, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo, Rudolf Nureyev, Julio Bocca y Maximiliano Guerra.
Su construcción, que duró casi 20 años, es obra de los arquitectos Francesco Tamburini, Victor Meano y Jules Dormal. De esta obra participaron 1500 personas. Según los grandes directores de orquesta el Colón es uno de los mejores de su tipo. La sala en herradura genera una distribución perfecta del sonido y los tres pisos de palcos diseñados con materiales blandos -telas, maderas, alfombras- logran una óptima absorción. En los pisos superiores se utilizaron materiales duros como mármol y bronce para perfeccionar la reflexión de las ondas.Su cúpula fue decorada por el pintor argentino Raúl Soldi y hacerlo le llevó 41 días. El edificio del Teatro alberga además diferentes talleres donde se realizan las producciones de sus espectáculos, así como el Instituto Superior de Arte, reconocido en todo el mundo y donde se forman los futuros cantantes líricos y bailarines, tal es caso de Julio Bocca y Maximiliano Guerra.
Curiosidades
- Una de las anécdotas más recordadas de la historia del Teatro Colón tuvo como protagonista al temperamental director Arturo Toscanini, quien en 1912 decidió retirarse de un ensayo, disgustado por cómo tocaba un clarinetista. Como en Buenos Aires no había otro clarinete bajo, las autoridades del Teatro tuvieron que convencer al maestro para que reviera su decisión. Finalmente, Toscanini cedió pero a continuación quien no quiso tocar fue el clarinetista ofendido.
- El arquitecto italiano Francesco Tamburini diseñó el proyecto del Colón, pero murió antes del inicio de las obras. Lo sucedió su coterráneo Víctor Meano, quien también falleció previo a la inauguración. Además de compartir país de origen y la desgracia de no haber podido completar su trabajo, tenían algo más en común: ambos murieron a los 44 años. Mucha gente habló de “la maldición del Colón”.
- La soprano italiana Claudia Muzio acostumbraba a tirar agua bendita al escenario, pero en el Teatro Colón eso le provocó un resbalón y la caída al foso de la orquesta.